¿VAMOS DE RUTAS?: LANZAROTE UNA JOYA EN MITAD DEL ATLANTICO

Ahora que es temporada baja, hay que aprovechar las ofertas rabiosas que comienzan a asomar la nariz en el panorama turístico. Y nada mejor entonces, que aprovechar para conocer Lanzarote – la Isla de los Volcanes- según sus habitantes: “una joya en mitad del Atlántico”, donde la magia, el deporte, buen clima y paz están asegurados.

¿Nos vamos?

Lo que aconsejo a los turistas es que contraten un paquete – que los hay muchos- en alguna de las empresas que ofrecen servicios completos low cost. Si consultáis en www.atrapalo.com encontraréis por ejemplo que el viaje a la isla (avión Madrid-Lanzarote ida y vuelta), cuatro noches en un Hotel tres estrellas (régimen de pensión completa con bebidas incluídas), cuesta entre 325 y 350 euros por persona, una cifra inusual y nada despreciable en los tiempos que corren.

Si os gustan los contrastes y la mezcla de paisajes submarinos y lunares, playas de arena oscura resaltada por el azul del mar, grutas y cuevas, deportes, buscáis relax y excelente clima, Lanzarote es el sitio ideal porque une todo eso y mucho más.

A solo 140 km de la costa africana ni bien llegues te sentirás transportado a otra galaxia. Allí no hay prisas ni atascos, todo es pausado y relajado y es obligación dejar el mal humor de lado si se pretende disfrutar a tope del lugar

La isla se puede recorrer de cabo a rabo en “guagas” (ómnibus públicos), que unen el centro de la capital con los diferentes municipios, o si prefieres, alquilar directamente en el aeropuerto un coche en algunas de las empresas que se encuentran en la estación.

Hay contabilizados más de 250 establecimientos hosteleros y la oferta es muy variada: espectaculares Hoteles cinco estrellas, hostales, posadas o bungalows, la mayoría en primera línea de playa.

Si llegas estresado o con los nervios de punta, nada mejor que acercarte a algunos de los Hoteles Wellnes donde después de una sesión de masaje con piedras volcánicas, spa o talasoterapia, te dejarán nuevecito y con ganas de comerte el mundo.

En cuestión de gastronomía la sencillez y calidad de los productos, son el sello indiscutible de la isla que ha heredado de los aborígenes parte de sus ritos culinarios volcándolos en sus potajes, carnes, pescados, mariscos y cochinillo. Para los fans del picante “in extremis”: las papas arrugadas con mojo picón, capaces de hacer saltar las lágrimas hasta a los más insensibles. Y para los golosos una merienda como Dios Manda con café o té, chocolate y zumo acompañada por los Roscos del Alma ¡un auténtico pecado mortal si no la probáis!

Aunque no es muy grande hay muchísimos sitios para visitar en Lanzarote. amén de los museos, galerías de arte y típicos mercadillos donde podéis comprar a los mejores precios la artesanía y alfarería de la zona.

Todo es posible en Lanzarote. Desde dar un paseo en camello (hay que hacer la reserva con anticipación al teléfono: 928 840 839) por el Parque de Timanfaya, que aún presenta puntos de calor que alcanzan los 100 grados y es uno de los puntos de atracción.

La Cueva de los Verdes, que en el siglo XVII sirvió de refugio a los isleños para protegerse de los piratas: un auténtico viaje iniciático a las entrañas de la tierra que se extiende desde el cráter del volcán hasta el mar.

Las llanuras lunares y los parajes excepcionales de conos volcánicos en tonos ocres. Las Montañas de Fuego, o Los Hervideros sector costero en el que se puede observar el golpe de las olas sobre los brazos de magma que llegaron al mar, y que hoy son rocas solidificadas.

Los amantes del buceo tienen allí un auténtico paraíso submarino a su total disposición, donde disfrutar a su antojo de infinidad de especies únicas e incomparables.